Rosalinda Morales/ Redacción Noticias La Fuente/
El Procurador del Medio Ambiente (PMA), Sergio Rodríguez Cortés, se dijo dispuesto a ser investigado y se pone a disposición de lo que sea necesario aclarar, tras acusaciones de socios de Coparmex que señalan que pone multas altas como especie de extorsión.
El procurador señaló que antes se daban «moches» para dejar operar a las empresas, “yo lo único que hice fue mi trabajo”.
Así se defendió de las acusaciones del presidente de Coparmex Xalapa, Juan Carlos Díaz Morante, en el sentido de presunta corrupción.
Sobre las multas aplicadas a Coparmex- Xalapa, explicó que son dos asuntos «que no nos permitieron llegar a un acuerdo con Coparmex, que ha generado toda esta andanada de declaraciones”.
Sergio Rodríguez, exalcalde de Camerino Z. Mendoza, pasó del PRD a Morena, a pesar de que fue acusado de actos de “extorsión”, incluso, existían dos denuncias penales que salieron a relucir en el bienio de Miguel Ángel Yunes Linares, cuando se desempeñó como diputado local del Sol Azteca.
Las polémicas del experredista van de ser exhibido en medios con fajos de billetes, semidesnudo sobre una cama, hasta ser acusado por la cadena comercial Wal-Mart de extorsión, durante la administración de Cuitláhuac García Jiménez.
El propio García Jiménez, cuando fue diputado federal, cuestionó a Sergio Rodríguez por su cercanía con Javier Duarte y posteriormente con Miguel Ángel Yunes Linares.
“Sergio Rodríguez es un aliado muy cercano a Yunes. Que se investigue por qué se exhibía con esos fajos de dinero en la época que era dirigente del PRD”, pidió el mandatario, que hoy lo dejó a cargo del manejo del fideicomiso del Acuario, que reportaba un saldo de 120 millones de pesos.
Durante los años 2013 y 2014, Sergio Rodríguez estuvo al frente de la dirigencia del PRD en Veracruz. En ese periodo se dieron una serie de escándalos, pues se hizo circular una fotografía en la que se le veía con fajos de billetes en una cama.
En ese momento, se dieron varias versiones de los hechos, incluso, se mencionó que se trataba de un soborno pagado por el gobierno de Duarte de Ochoa por favores políticos.
Cuando se difundió la fotografía el líder negó estar al servicio del gobierno priista de Veracruz o de los intereses de Javier Duarte, y se dijo víctima de una campaña de desprestigio.