Rosalinda Morales / Agencia Noticias La Fuente/
Un grupo de jóvenes denunció públicamente al empresario Victor Rafael Aguirre García de acoso laboral y sexual, de abusar en jornadas laborales extenuantes y amenazas y hacer firmar obligados a sus empleados cartas donde se comprometen a no hablar de los abusos que padecen; busca jóvenes de 17-18-19 años que se emplean por primera vez para evitar que conozcan de derechos laborales.
Karla Paola Hodel Contreras denunció irregularidades y abusos de parte de Victor Rafaél Aguirre García quien contrata a un jovencitas para trabajar en sus locales de Ramen House y MotoKoMei donde las explota laboralmente y además las acosa sexualmente.
A ella la corrió sin finiquito y la obligó a firmar una carta donde no se comprometió a no hablar de abusos laborales y a no decir cómo preparan los alimentos que a veces lo hacen con ingredientes caducados.
Su ex jefe en el local de comida MotoKoMei, y Ramen House en Plaza Real; con quien trabajó del 19 de noviembre de 2022 al 19 de enero del 2023 la obligó a no revelar estas irregularidades, ella tenía 18 años; hoy tiene 20 años y espera que aún Conciliación y Arbitraje pueda llevar su caso y hacerle justicia laboral, ya que por su corta edad, primer trabajo, no supo cómo defenderse en su momento. Además que siguen pasando casos en esos negocios de comida japonesa.
Denunció que ex colaboradores y actuales colaboradores sufren acoso laboral, no hay descanso para los empleados que trabajan horario corrido con bajo sueldo y sin prestaciones de ley.
Muchos y muchas empleadas no duran más allá de la semana de capacitación y los que se quedan son acosados.
Denuncian que entre otras irregularidades les cobra a clientes y a sus empleados la comisión del pago con tarjeta, en el caso de los empleados se los cobra en sus propinas.
Les pagan 1500 a la semana sin seguridad social y los uniformes se deben devolver en buen estado.
Victor Rafael Aguirre García acosa a las empleadas y las invita a salir, y luego se esconde de su esposa. Ahora no la quiere liquidar.
Ella notificó a su esposa la situación, y ella en lugar de agradecerlo la agredió e insultó.
La hicieron firmar un acuerdo donde iban a demandarla si contaba los abusos que sufría incluido el acoso sexual . Trabajaba de 9-8 pm, todos los días. De lunes a domingo. La despidieron sin liquidación.
Aunado a esto en esos locales venden comida descompuesta, o con ingredientes echados a perder.
Pide justicia y busca acercarse a Conciliación y Arbitraje para que la ayuden a recibir una liquidación justa.
Hay otras empleadas que si se metieron a Conciliación y Arbitraje a pedir su finiquito.
El temor es que él generara alguna demanda en su contra, por hablar de abusos laborales que se viven en los locales de Ramen House.
Alerta a jóvenes universitarias que no caigan en este tipo de empleos, porque hay abuso laboral y acoso sexual.
Karla no es la única victima de abusos del empresario Victor Rafael Aguirre, son todos los que han laborado con él. Un promedio de 30 empleados de los que tienen conocimiento en los 6 locales que tiene el susodicho en Xalapa. Este día también le acompañaron en la denuncia pública a Karla Hodel, José Cesar González Gil y Cesar Emiliano Rodríguez Rojas.
Son los restaurantes Centro Tokio, Wasabi, Ramen House, DayTay y MotoKoMei, entre otros.
Muchos han sufrido casos de extorsión, acoso sexual o laboral, además que elige a muy jóvenes que apenas están cumpliendo los 18 años, o incluso menores de edad.
Incluso el empresario Rafael ha llegado a contactar a padres de sus empleados para intentar extorsionarlos y hasta para acusarlos de temas personales. Los acusa de deber dinero en las cajas y los amenaza con demandarlos.
Buscan primero; alertar a jóvenes a no laborar en estos seis negocios de comida japonesa, dos; que alguna instancia judicial investigue al empresario porque abusa de la inocencia de los jóvenes.
Actualmente obliga a sus empleados a pagar una cifra de 10 mil pesos si no trabajan mínimo un año en sus locales.
Estos acuerdos los hace de papel pero amenaza con enviar a sus abogados contra los jovencitos.


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