Bomberos forestales enfrentan el fuego, extenuantes jornadas y la crítica social. Este año se quemaron unas 1000 hectáreas.

Published by

on

Rosalinda Morales/ Agencia Noticias La Fuente/
Veracruz registró en 2024 uno de los años con mayor volúmenes de hectáreas quemadas por incendios forestales, con mil hectáreas consumidas por el fuego.

Sin embargo, el daño en hectáreas de bosques pudo ser mayor, no obstante el trabajo de combatientes forestales ayudó a frenar el fuego y recientemente fueron condecorados bomberos que no cejaron pese a las vicisitudes que implica combatir el fuego sin agua, sino con brechas cortafuegos.
Dentro del cuerpo de Bomberos forestales de Veracruz, se encuentra, Ericka Jazmin Balderas Rodríguez, quien pese a la tarea pesada que representa acudir a zonas boscosas, caminar kilómetros a combatir el fuego en la montaña, ella se distinguió por su temple y por no abandonar la tarea aún en momentos cuando su integridad peligraba.
“Como mujer es un honor que seamos tratadas con igualdad en un trabajo tan fuerte, debido a las complicaciones que existen como mujer, se nos ha dado oportunidad, y tenemos que hacer un buen desempeño”, señaló.
Ericka se capacitó para ser bombero forestal, no solo en cursos de combate al fuego, sino también recibió capacitación física, porque es una tarea que requiere una alta condición pulmonar, y física para subir la montaña o zonas a donde se ubica el incendio, y de ahí el trabajo de armar la guardarraya y a veces ya respirando humo.
“A veces caminamos dos a tres horas para llegar a la zona, con equipo y no somos los que dejan a alguien solo, porque este trabajo es de equipo. Hacemos las mismas activo, brechas cortafuego, apertura, hacemos zanjas, cuesta arriba no podemos llevar agua ni nada, es con las brechas cortafuegos como se apaga un incendio forestal”, explicó.
Suben esas dos o tres horas caminando y cargando machetes, azadones, para hacer las brechas cortafuegos.
Fue este mismo año, en mayo, cuando Ericka estuvo junto con sus compañeros en medio de una situación de fuerte peligro, con los incendios de la carretera Maltrata-Acultzingo, cuando estaban apagando el incendio y empezó un fuerte viento que dirigía el fuego hacia ellos.
“Nos encontrábamos apagando el incendio, y de pronto inició la surada, y tuvimos que correr para salvaguardar nuestras vidas, volteamos a ver, y en cuestión de 20 minutos montañas estaban ardiendo detrás de nosotros”. Ese fue un momento en el que creyeron que no lograrían salir de la zona de la conflagración, que la lumbre los alcanzaría. Ese día el humo llegó hasta la carretera y se tuvo que cerrar la autopista Maltrata-Puebla.
Tampoco podían avisar a sus superiores lo que pasaba porque debido al calor, los chips de los celulares dejaron de funcionar.
“Mi familia por largas horas no supo de mi, y tuve miedo también porque mi familia vive cerca del bosque y temía que el fuego pudiera llegar a los hogares, yo rescato perritos y también tenía miedo que el fuego llegara hasta ellos”, relató.
Todas esas vivencias son las que experimentan los bomberos forestales, lamentan que la gente en redes sociales no sabe cómo se combate el incendio, y creen que no se está atendiendo rápido y lanzan críticas por la tardanza en apagar el fuego, sin embargo, si es una tarea ardua, complicada y que implica tiempo, porque a ciertas zonas no entran vehículos y ellos deben caminar hasta ahí varios kilómetros cargando sus herramientas.
“Que entiendan que somos humanos, a veces nos ven y nos gritan (insultos), y a veces salimos muy temprano en la mañana a las 12 -de la medianoche- o a la una (madrugada) del otro día, sin comer bien, lo que llevamos en la mochila por el calor se echa a perder, esta temporada la pasamos de galletas y agua tibia, porque el agua se calienta. Que entiendan que recorremos a pie largas horas”, conminó.
Pese a ser una ardua actividad, Ericka dice que se siente orgullosa de ser bombera forestal ya que hay pocas mujeres dedicadas a esta actividad y es para salvaguardar los bosques del estado.

FUE LA TEMPORADA MÁS CRÍTICA DE LOS ÚLTIMOS AÑOS QUE HAN VIVIDO LOS COMBATIENTES DEL FUEGO
Alejandro Macías Domínguez jefe de departamento de Manejo del Fuego de la Secretaría de Protección Civil, narró que esta temporada de incendios que concluyó hace poco por las lluvias, estuvo muy fuerte, más que otros años.
“Estuvo muy riesgosa, el pasto estaba muy seco, lo que nos dificultaba la atención de algunos incendios era la inclinación de algunos terrenos, la topografía, estaba muy inclinada, había mucho riesgo al caminar por ahí”.
Notaron que a diferencia de años recientes, en este 2024, hubo incendios en zonas altas como la cercana al municipio de Tequila, que llevaban hasta décadas de no registrar incendios, relató.
Aunque todo fue riesgoso en esta temporada, lo que más lamentan es la actitud de la ciudadanía, cuando les reclaman que no han apagado con prontitud un incendio.
“A veces las personas no entienden que es bastante complicado el trasladarse a los puntos, a veces tardamos tres horas para llegar al punto, eso la gente no lo ve; nosotros tenemos una frase que es: Hay que caminar la brecha para saber lo que se está quemando”. Pero eso narró, les implica mucho tiempo y esfuerzo y la tarea de un bombero forestal difiere mucho de la de un bombero de ciudad que trabaja con agua para apagar incendios. Acá es el trabajo de zanjar la tierra para cortar el fuego, una tarea que se hace a mano y a pie, puntualizó.

MÁS DE MIL HECTÁREAS QUEMADAS
En la pasada temporada de incendios en Veracruz, se quemaron un promedio de 1000 hectáreas de bosques de marzo a junio de este año. Se calcula es la mayor cantidad de bosques perdidos.

Ericka Balderas y Alex Macías

Deja un comentario