Agencia Noticias La Fuente/
La violencia en Veracruz sigue generando preocupación, especialmente en la región norte del estado.
Los recientes ataques en Poza Rica y Álamo han dejado varios heridos y dos muertos.
Estos hechos han generado indignación y miedo entre la ciudadanía, que exige respuestas claras y acciones contundentes de las autoridades.

• Ataque en Poza Rica: Un grupo de civiles armados irrumpió en el antro «La Brocheta» y abrió fuego contra los asistentes la noche del lunes, dejando dos muertos y un herido grave.
• Ataque en Álamo: Otro ataque armado se registró en el bar Malibú, con varias personas heridas por impactos de arma de fuego.

La víctima mortal fue un elemento de Tránsito y Transporte Público del Estado, Luis Alberto Bote Álvarez, quien estaba en el Bar Maryboo con el dueño del establecimiento Efrén N y el DJ del mismo bar, quienes resultaron heridos.

Este ataque armado se dio poco después de un ataque similar ocurrido en Poza Rica, también en la zona norte de Veracruz, en donde perdieron la vida dos personas y el dueño del negocio ubicado en la colonia Cazones, quedó herido.

De acuerdo a testigos, los criminales ingresaron al bar Maryboo que se ubica sobre la avenida Independencia y abrieron fuego contra las víctimas.

El fin de semana fue difundido un video donde aparece un hombre con los ojos tapados con un trapo, quien dice ser José Eduardo Ponce Castillo, dueño del restaurante Churrasco do Brasil de Poza Rica.

Está maniatado y una persona que no se ve, lo interroga para que diga porque había sido privado de la libertad, confesando que había sido amenazado por un grupo delictivo contrario para guardarles maletas que llevaba el mesero David Reyes Hernández.

Veracruz ha experimentado un aumento en la violencia política y criminal en los últimos meses, especialmente en el contexto de las elecciones locales. Según Data Cívica, Veracruz ocupa el tercer lugar nacional en agresiones de carácter político desde 2018.
La entidad ha visto un preocupante repunte de violencia contra actores políticos, con múltiples casos de amenazas, secuestros y asesinatos.
La violencia ha afectado particularmente el proceso electoral, con candidatos y funcionarios públicos siendo víctimas de ataques.
Las autoridades han desplegado operativos de seguridad en la región, incluyendo la presencia de la Guardia Nacional, Marina y Ejército. Sin embargo, la ciudadanía sigue exigiendo acciones más contundentes para frenar la escalada de violencia.